Sistema Respiratorio

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Tráquea


La tráquea es un tubo corto y flexible de unos 2,5 cm de diámetro y unos 10 cm de longitud. Sirve como un conducto para el paso del aire; además, su pared contribuye al acondicionamiento del aire inspirado. La tráquea se extiende desde la laringe hasta aproximadamente la mitad del tórax, donde se divide en dos bronquios principales (primarios). La luz de la tráquea permanece abierta debido a la disposición de sus anillos cartilaginosos.

La pared de la tráquea está compuesta por cuatro capas bien definidas:

  • Mucosa, compuesta por un epitelio cilíndrico pseudoestratificado ciliado y una lámina propia con fibras elásticas abundantes.
  • Submucosa, compuesta por un tejido conjuntivo apenas más denso que el de la lámina propia.
  • Cartílago, compuesta por cartílagos hialinos con forma de anillos incompletos, cuyos extremos se cierran por la presencia de musculo liso, el mismo que se continúa en los segmentos sin cartílago (músculo traqueal) .
  • Adventicia, compuesta por tejido conjuntivo que adhiere la tráquea a las estructuras contiguas.

 

El epitelio traqueal es semejante al epitelio seudoestratificado de otras partes de la vía aérea de conducción. Los tipos celulares principales del epitelio traqueal son las células cilíndricas ciliadas, las células mucosas (caliciformes) y las células basales.

 

El epitelio traqueal se caracteriza por una “membrana basal” gruesa.
La lámina propia, con exclusión de la parte designada como membrana basal, aparece como un tejido conjuntivo laxo típico. Es muy celular y contiene linfocitos abundantes, muchos de los cuales infiltran el epitelio. Los otros tipos celulares que se ven en esta capa son plasmocitos, mastocitos, eosinófilos y fibroblastos. El límite entre la mucosa y la submucosa está definido por una membrana elástica.

 

En la tráquea, la submucosa es un tejido conjuntivo bastante laxo, similar en aspecto al de la lámina propia, lo cual dificulta la determinación del sitio donde comienza. Es característico que desde la lámina propia se extiendan tejido linfático difuso y nódulos linfáticos dentro de esta capa. Además se puede apreciar la presencia de adenómeros de glándulas traqueales seromucosas.

 

La adventicia, que es la capa más externa, está ubicada por fuera de los anillos cartilaginosos y del músculo traqueal. Fija la tráquea a las estructuras contiguas en el cuello y el mediastino y contiene los vasos sanguíneos y los nervios más grandes que irrigan e inervan la pared traqueal, así como los vasos linfáticos mayores que la drenan.

 

 

Las glándulas salivales mayores son órganos pares con conductos excretores largos que desembocan en la cavidad bucal. Estas glándulas son la parótida, la submandibular y la sublingual; mientras que las glándulas salivales menores se encuentran en la submucosa de diferentes regiones de la cavidad bucal. Estas comprenden las glándulas linguales, labiales, bucales, molares y palatinas.

 

Los adenómeros glandulares, o porciones secretoras, se organizan en lobulillos. Las glándulas salivales mayores están rodeadas por una cápsula de tejido conjuntivo de densidad moderada, de la cual se originan tabiques que dividen las porciones secretoras de la glándula en lóbulos y lobulillos, y que además contienen los vasos sanguíneos de mayor calibre y los conductos excretores. El tejido conjuntivo asociado con los grupos de adenómeros se mezcla imperceptiblemente con el tejido conjuntivo laxo circundante. Las glándulas salivales menores no poseen cápsula.

 

Las unidades secretoras básicas de estas glándulas son los adenómeros, que pueden ser serosos, mucosos o mixtos. Estos forman parte de una estructura funcional llamada sialona, compuesta por un acino (porción secretora), un conducto intercalar y un conducto excretor. Existen tres tipos de acinos:

  • Acinos serosos, que contienen sólo células serosas y, en general, son esferoidales.
  • Acinos mucosos, que contienen sólo células mucosas y suelen ser más tubulares.
  • Acinos mixtos, que contienen tanto células serosas como mucosas; en cortes histológicos pueden presentar las características “semilunas serosas”, donde las células serosas rodean parcialmente a las mucosas.

El tejido conjuntivo que rodea a los adenómeros, tanto en glándulas mayores como menores, suele contener abundantes linfocitos y plasmocitos, lo que contribuye a la defensa inmunológica local.


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Pulmón


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